jueves, 17 de mayo de 2012

PURO Y JONDO - Cayetano Fernández González "NANO DE JEREZ"


FLAMENCO

Cayetano Fernández González 

"NANO DE JEREZ"



Nombre artístico de Cayetano Fernández GonzálezNano de Jerez, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1948. Cantaor y bailaor, es hijo de Tío Juane y se inició en los espectáculos Jueves Flamencos, dirigidos en su tierra natal por el guitarrista Manuel Morao. Seguidamente pasó a los tablaos de Sevilla, entre ellos Los Gallos y La Trocha.
En 1977 grabó su primer disco, acompañado a la guitarra por Félix de Utrera, realizando a continuación una gira por Japón, formando parte de un elenco flamenco. En el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, en 1980, consiguió el premio Niña de los Peines por bulerías. En la actualidad, y desde hace años, alterna sus actuaciones cantando para bailar, faceta en la que es un especialista, con sus recitales y participaciones en peñas flamencas y festivales andaluces.
En 1987, recorrió la provincia gaditana, junto a su padre y su hermano El Gordo, con el espectáculo titulado “La Fragua del Tío Juane”. Además del premio reseñado, hay que señalar otros cuales son los conseguidos en concursos celebrados en Ronda y Algeciras, así como la Copa de Jerez, otorgada por la Cátedra de Flamencología, en 1971.
En esta última entrega flamenca, Nano se acompaña del compás de las palmas y las guitarras de Fernando Moreno, Paco Moreno y Rafael Núñez, además del saxo y la flauta de Javier Montero, el clarinete de Francisco González, el bajo de Juan Rosado y la percusión de José de los Santos y José Domingo González. "Bueno, en las bulerías hemos metido un poco de flauta y un cajón bajito, mientras que el segundo cante del mismo palo tiene el sello propio de Jerez, esa cosa de nosotros".
Con media vida de cante profesional a sus espaldas, varios discos en el mercado y aún con muchas fuerzas para seguir adelante, Nano se siente satisfecho y agradecido "Hoy en día cuesta mucho trabajito sacar un disco de flamenco porque el mercado está muy saturado y tampoco está en su mejor momento". A pesar de todo, el cante de Nano es ya universal –este verano de 2008, exactamente del 29 de julio al 8 de agosto, el jerezano ha sido requerido por la Junta de Andalucía para participar en una semana dedicada a nuestra tierra en Japón-. "Supongo que habrá cambiado mucho pues yo estuve dos veces allí pero en los años setenta".
Y, además, estará en Cádiz, en los Jueves Flamencos de la Peña Flamenca Enrique El Mellizo, y está prevista una gira por distintos puntos de nuestra geografía con un espectáculo, que se titula “Alrreó de la Fragua”, el mismo nombre del disco, en el que participan también Alonso Núñez “Rancapino” y Vicente Soto “Sordera”.
“Alrreó de la fragua” tiene su origen en un disco promocional que el cantaor grabó para la inauguración del hotel Alcora en Sevilla hace unos nueve años. "Lo tenía en una carpeta y pensé que era una pena no sacarlo al mercado. Así, lo que hemos hecho es añadirle unos cantes más y que todos giren en torno a esa vida en la fragua”. Cantes como las seguiriyas y los martinetes, junto a los tientos, un amplio repertorio por bulerías, unos fandangos y unas soleares de Alcalá componen los ocho temas del disco editado por el sello andaluz Pasarela. "Estoy muy satisfecho con el resultado porque yo soy una persona muy exigente para mí, pero suena muy bien". Nano echa la vista atrás, a los antiguos, para acordarse de Antonio Mairena, "son letras dedicadas al maestro, que también se crió en la fragua", de Borrico de Jerez, "que me acuerdo mucho de él"; y, naturalmente, de su padre Tío Juane. "No soy un cantaor seco, más bien alegre y por eso conecto con la gente. También, uno cuando sale a cantar, ve al público y lo va tentando. Por ejemplo cosas que canto en Cádiz como “El bombero” (unas chuflas por bulerías que borda como nadie) no las hago en otro sitio porque no las entenderían. Pero aquí me siento muy querido y muy respetado, también es mi tierra. Además, yo vengo de la saga de Adela la del Chaqueta y por tanto tengo mucha familia en Cádiz.


NANO DE JEREZ-PACO CEPERO-PURO Y JONDO

                                                                   

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Aquella amarga historia de amor entre Pastora Imperio y Rafael el Gallo



Rafael Gómez 'El Gallo' y Pastora Imperio.

FLAMENCO

Aquella amarga historia de amor entre Pastora Imperio y Rafael el Gallo

Manuel Bohórquez


Con el dinero que lleva gastado Canal Sur Televisión en la serie Arrayán y en pagar a los “asesores” que han tenido que enchufar por orden política -alguien debería investigar esto último, por cierto-, se podrían haber hecho diez buenas series sobre diez grandes artistas andaluces del flamenco, la copla, el toreo, el cine o el teatro. La vida de la gran Pastora Imperio, por ejemplo, sería una serie que batiría todos los récords de audiencia. Pastora Rojas Monge, bautizada como Pastora Imperio por Jacinto Benavente cuando la vio bailar en Madrid la primera vez (“Esta Pastora vale un imperio”), era de la sevillana calle Confitería, del número 52, donde vino al mundo el 16 de abril de 1885. Nació, pues, en la Alfalfa y a escasos metros de donde lo hicieron Silverio Franconetti y el torero El Espartero. Su madre, Rosario Monge Monge La Mejorana, quizá la mejor bailaora de Cádiz de todos los tiempos, se afincó en Sevilla siendo una adolescente para bailar en los cafés cantantes más célebres de la época, como fueron los de El Burrero y Silverio. La Mejorana era una muchacha tan guapa que mareaba al mirarla, con unos ojos hermosísimos y una figura sin parangón entre las bailaoras de entonces, la mayoría de ellas rollizas. Nada más bailar en El Burrero por alegrías, con aquellos meneos de caderas que dicen que regalaba a los clientes y un movimiento de brazos desconocido hasta entonces en Sevilla, dos apuestos sevillanos se propusieron conquistarla: el torero Fernando el Gallo y el sastre Víctor Rojas. Fue el sastre quien acabó conquistando a la guapa bailaora, aunque dicen las lenguas de doble filo que antes fue amante del padre de Joselito el Gallo. Lo cierto es que La Mejorana y Víctor Rojas comenzaron una relación y que de ese romance, que fue muy sonado en la conservadora Sevilla de entonces, vino al mundo Pastora Rojas Monge, la universal  Pastora Imperio. Fue hija de padres solteros, aunque algunos insistan en que el sastre y la bailaora estaban casados cuando nació Pastorita. No lo estaban. Y no es que tengamos nada en contra de los padres solteros, sino que no se puede ocultar nunca la verdad.
Partida de nacimiento de Pastora.
Partida de bautismo de Pastora Imperio. Es todo un libro. Abril de 1885.
El famoso sastre de toreros enamoró a la bailaora gaditana y ambos fabricaron a la hermosa niña de los ojos verdes, seguramente en una noche de pasión desenfrenada, pero luego no se casó con ella. De hecho, en un padrón de vecinos aparecen viviendo juntos en el domicilio familiar del sastre, constando la célebre artista como miembro del servicio doméstico. Al sastre le daba vergüenza hacerla su esposa, decirle a Sevilla que era la mujer de su vida, la madre de su hija. En otro padrón, de 1895, están viviendo en solitario Víctor Rojas y Pastora Rojas Monge, rezando él como soltero. Pastorita tenía ya 10 años. La Mejorana vivía separada de los dos, ocupándose de su otro hijo, Víctor Rojas Monge, el que luego sería gran guitarrista. La relación entre el sastre y la bailaora no fue precisamente un lago en calma, sino un mar embravecido. Emigrar a la capital de España fue una buena manera de comenzar a ser una familia unida. La Mejorana había visto bailar a su niña en fiestas y no se lo pensó dos veces. Se instaló en la calle Aduana, encima de la academia de Isabel Santos, y allí empezó todo. Por otra parte, al sastre le diagnosticaron un tumor que solo en Madrid podría tener arreglo. Y así fue como hace más de ciento diez años aterrizó Pastora Imperio por la capital de España para, en seguida, abrir una nueva etapa para el baile andaluz y para el flamenco en general. Llegaron los éxitos, el dinero y la fama. Y también el amor. Cuando Pastora tenía 19 años y era uno de los seres humanos más bellos del mundo, una tarde conoció a Rafael el Gallo en el Café Novedades de Sevilla y hubo un gran flechazo entre el torero y la bailaora. La Mejorana se atacó de los nervios porque, entre otras razones, sabía de quién era hijo el joven y apuesto matador de toros que bebía los vientos por su niña.
Rosario la Mejorana.
Rosario la Mejorana.
Hubo disgustos familiares y habladurías en Sevilla para parar un barco, pero Rafael el Gallo y Pastora Imperio se habían enamorado y se escaparon a Madrid para hacer sus vidas, para dar rienda suelta al desenfreno, a la pasión, como años antes hicieron Fernando el Gallo y Gabriela Ortega Feria ante la negativa de los Ortega de Cádiz a que unieran sus vidas. La Mejorana, que era de armas tomar, se montó en un tren y organizó la boda de los enamorados, a pesar de la enfermedad de Víctor Rojas. El alarmante estado de salud del cabeza de familia hizo que se anticipara el enlace llevándose a cabo sin invitados ni boato alguno en la capilla reservada de la madrileña Parroquia de San Sebastián, con el torero Minuto como padrino y La Mejorana como madrina, y algunos familiares. La mayoría de los periódicos y revistas del país se hicieron eco de la boda entre el torero y la folklórica, celebrada el 20 de febrero de 1911. Sin embargo, y aunque no se acabó el amor en la pareja, a los pocos meses llegó la inesperada separación y cada uno hizo su vida. “Aquello fue como una borrasca”, declararía la artista sevillana años después a El Caballero Audaz.
Que se hunda el mundo.
Que se hunda el mundo.
Hay quienes dicen que nunca se dejaron de amar, que se quisieron toda la vida, que se les cambiaba el color de la cara cuando se encontraban en alguna fiesta o teatro. También dicen las malas lenguas que se separaron cuando descubrieron que eran hermanos de padre -hijos de Fernando el Gallo-, pero son solo habladurías del pueblo. Los terribles celos del torero, quizá una pasión mal controlada, las rarezas del genio y la enorme personalidad de la bailaora dieron al traste con una de las historias de amor más amargas de Sevilla, la que protagonizaron hace un siglo un torero de arte, Rafael el Gallo, y una bailaora con los ojos verdes que hablaba con Dios cada vez que se enfundaba una bata de cola y levantaba los brazos hasta rozar el piquito de la Giralda con las yemas de sus dedos. Y Canal Sur gastándose nuestro dinero en Arrayán. Andalucía no tiene arreglo.
Padrón de Rosario la Mejorana y su hijo Víctor en la Alameda de Hércules de Sevilla. Tenía 50 años y ya aparecía viuda.
Padrón de Rosario la Mejorana y su hijo Víctor en la Alameda de Hércules de Sevilla, en la calle Correduría. Tenía 50 años y ya aparecía viuda. Hija de José y Dolores, sabía leer y escribir. Y hasta firmar. La bailaora murió en Madrid el 13 de enero de 1920.

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miércoles, 16 de mayo de 2012

PURO Y JONDO - Manuel Cruz García "MANUEL MAIRENA"


FLAMENCO

Manuel Cruz García

 "MANUEL MAIRENA"



Manuel Cruz García, cantaor gitano de la más pura casa de los Mairenas, junto a sus hermanos Antonio y Curro Mairena, conocido artísticamente con el nombre de Manuel Mairena, nace en Mairena del Alcor (Sevilla), en 1934. Único superviviente en activo de la casa de los Mairena.
A la edad de 13 años obtuvo un premio de saetas organizado por Radio Sevilla. En 1951 se trasladó a Sevilla para cantar en la academia de Enrique el Cojo. En 1962 empieza su participación en los festivales flamencos, alternando con su hermano Antonio y las principales figuras del momento. En 1965 viaja por Europa y América con la compañía de Manuela Vargas y en ese año obtiene el premio Antorcha del Cante, en el concurso de Mairena del Alcor. En 1965 gana el Premio Tomás Pavón en el IV Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba y el Premio "Compás del Cante" de Sevilla.
Desempeña su responsabilidad de única voz viva del mairenismo con dignidad y gran calidad artística, la cual quizás no le fue reconocida como merecía en vida del hermano mayor, cuya gigantesca figura ensombrecía a cuantos se hallaban próximos a él. Manuel sigue siendo el continuador con sus mismos matices y pureza de la casa de los Mairenas. Su voz engrandece el cante puramente gitano, con una transmisión única en la forma de interpretar los cantes                                                                                 -Ateneo de Córdoba-
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MANUEL MAIRENA-ANTONIO CARRIÓN-PURO Y JONDO

                                                             

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La africanía de lo jondo

El Planeta y El Fillo, en el centro, según Lameyer, 1847.

La africanía de lo jondo

Ortiz Nuevo ha sacado de las hemerotecas cubanas las noticias referidas a lo andaluz y preflamenco en la escena habanera de la primera mitad del siglo XIX


Diario de Sevilla
La obra propone gozos múltiples y un solo trastorno: si un clásico se atreve a componer tremendo libro sin ayuda institucional o académica, una obra que es una enciclopedia propia de esfuerzo colectivo, no apto a los poderes individuales de humano corriente. Y si eso, además, lo hace Ortiz Nuevo por su cuenta y riesgo, no sólo económico, también temporal, emocional y familiar, cualquier ser humano de a pie, ya no podrá decir nada de que está harto de emplear su tiempo, emociones y espacio familiar por mor de este arte hipnótico y sin ningún tipo de sustento. 

Los gozos. Uno. Asistir con "tremendo asombro" al desembarco del género andaluz en La Habana y a la prehistoria del flamenco desde ultramar. Dos. El estilo arcaizante, irónico, paródico y sentimental. Tres. Tocar por debajo de ese barroquismo arcaizante, parodia como digo de las gacetillas decimonónicas (y es que, después de tantas horas de trato familiar, algo queda) un corazón humano abierto en canal. Cuatro. Cádiz. Cinco. La habanidad de habanidades que se cuela a resquicios con los soles de las horas muertas en el malecón del olvido y las tormentas que no cesan de hoy. Seis. El fandango al lado de "una sinfonía del célebre Rossini". Siete. El sevillano señor Manuel García cantando El contrabandista y "una tonada gitana" (1821): aunque sea "el malo". Y ocho: tiranas, cañas, jaleos gitanos, zeviyanas, boleras, tonás, malagueñas, la petenera de Veracruz y la petenera gaditana, zorongos, boleras, tangos, incluso las boleras del tango, y tangos africanos, seguidillas, arañas, mollares, manchegas, caballitos, la guaracha jaleada, la cachucha, el polo gitano... y luego corraleras, panaderos, julepe, marineros, rondeños, andaluzas, jotas, zapateado, jaque, fuzlanga, lili, majas, sandungas, a los sones de guitarra, piano, orquesta y/o tambores, interpretadas por cantantes líricos y bailadores boleros sí, pero que ejecutan su repertorio "a lo gitano": como en la península La Campanera, Manuela Perea o Josefa Vargas. Por supuesto que peninsulares, emigrados temporal o parcialmente, pero también intérpretes habaneros, la mayoría prietos, como María Moreno Martínez de Loreto, negra cubana que pasó, en loor de multitud, de La Habana a París y Londres con sus tangos y canciones cubanas. Los negros, cantando, siendo objeto de parodia y entretenimiento, y subastados como esclavos en mercados públicos: estamos en La Habana, 1850 (la esclavitud se abolió en 1880). Negros, majos, gitanos y andaluces, exóticos todos ellos, conviven como tipos escénicos interpretados por los más versátiles actores líricos. En esta mezcla de lo andaluz y lo negro, que motivó la picazón del indagar habanero de Ortiz Nuevo por mor del tango, está el germen, no sólo del tango, sino de todo el género jondo, según muestra esta obra: entre el blanco europeo y el negro africano las varias tonalidades tostadas que van de los Pirineos a extramuros La Habana. Y foráneos: la Essler en La Habana en 1841, con sus castañuelas, su cachucha y su jaleo de Jerez. 

Igual que en España, en Cuba el objeto primero de estudio del cante flamenco (o preflamenco) es la forma literaria. Sólo que el habanero Eugenio de Arriaza reflexiona sobre la poesía gitana en el Faro deCuba unas décadas antes que Demófilo, y al mismo tiempo, casi, que Estábanez Calderón: 1850. Nos da el nombre de uno de los primeros cantaores gitanos célebres, Corunco López, y demuestra el vínculo del canto gitano y el canto bolero, y como el canto flamenco, gitano en su origen, no es otra cosa que el decir el canto popular, llano o culto, tanto da, a la forma gitana, entendida como "lastimera, plañidera". Incluso guitarristas solos, que interpretaban sones andaluces de concierto, como Tostado (1844) o Colomera (1850), había entonces en La Habana. Y hasta campanólogos solistas, Llorenç Barber de la época, que ejecutaban jotas y otras danzas andaluzas. 

Desde la tonadilla hasta las primeras noticias del Planeta y el Fillo, la prehistoria flamenca de La Habana es la misma que la de Cádiz, Sevilla, Málaga... La Habana confirma y rubrica las hipótesis andaluzas. Etcétera, etcétera.

José Luis Ortiz Nuevo Libros con Duende, Sevilla, Doble CD, 271+529+520 pp.


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martes, 15 de mayo de 2012

PURO Y JONDO - Juan Peña Fernández "EL LEBRIJANO"


FLAMENCO

Juan Peña Fernández 

"EL LEBRIJANO"


El cantaor Juan Peña FernándezEl Lebrijano, nació en Lebrija en 1941. Miembro de la familia gitana y cantaora de Perrate de Utrera, a la que pertenece su madre, María la Perrata, Juan Peña El Lebrijano comenzó muy joven compaginando el cante con el toque de la guitarra, pero a raíz de su triunfo en el concurso de Mairena del Alcor (1964), como cantaor, decidió dedicarse en exclusividad al cante. Uno de los primeros trabajos importantes como tal fue con Antonio Gades, en cuya compañía estuvo varios años cantando como acompañante al baile.
Pronto tuvo la oportunidad de grabar, y sus primeros discos fueron por añadidura de una gran calidad. Además, comienza a despuntar por su afán innovador, como en La palabra de Dios a un gitano, donde llevó por vez primera el mundo sinfónico al flamenco. Destaca de esas primeras grabaciones el disco Persecución, una obra rompedora con letras del poeta Félix Grande, que narra la historia de los gitanos en España.
A lo largo de su carrera ha sido acompañado, entre otros, por Niño RicardoManolo SanlúcarJuan Habichuela, etcétera o Pedro Maria Peña y David Peña "Dorantes", de su propia familia.
Profundo conocedor del cante ortodoxo (en sus primeros tiempos estuvo muy influenciado por el magisterio de Mairena), su inquietud artística le llevó a buscar la introducción de alguna innovaciones, en un arte habitualmente encorsetado por la tradición inamovible que defienden los puristas. Así, en el disco Encuentros se unió con la Orquesta Marroquí de Tánger, redescubriendo las raíces árabes del flamenco, y ahondando en esta vía posteriormente con discos como Casablanca o Puertas Abiertas en donde colabora con el violinista musulmán Faiçal.
Cabecera de cartel de los más importantes festivales, refleja su presencia activa e inexcusable en los nuevos rumbos que el flamenco tomó a partir del decenio de los setenta, ya sea con la recreación de estilos perdidos en el tiempo, ya con significativas aproximaciones a otros lenguajes. Así fue el primer cantaor que lleva el flamenco al Teatro Real de Madrid (1979), y con dimensión didáctica por todas las Universidades de Andalucía (1993-1994), a más de crear espectáculos como Persecución (1976), Reencuentro (1983) o¡Tierra! (1992).
En 1997 el Ministerio de Cultura le otorga la Medalla de Oro al Trabajo, una más de los múltiples premios y distinciones con que ha sido galardonado a lo largo de su vida.
Su última obra es Cuando Lebrijano canta se moja el agua, frase que le dedicó Gabriel García Márquez y que sirve de tributo al premio Nobel de literatura, ya que son textos del autor colombiano los que sirven de letras a los variados cantes que conforman este trabajo.                                             -Ateneo de Córdoba-

JUAN EL LEBRIJANO-ANTONIO CARRIÓN-PURO Y JONDO
                                                            

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Investigar es llorar



FLAMENCO

Investigar es llorar

Manuel Bohórquez


En el flamenco ocurre un fenómeno que no sé si ocurre también en otros géneros musicales. Supongo que sí. Me refiero a lo mucho que se escribe y lo poco documentado que están los libros en general. Nos metemos todos y que se salven los que puedan salvarse. Me llevo las manos a la cabeza cuando premian un libro de flamenco que está preñado de datos erróneos sobre los artistas, que son los verdaderos protagonistas de nuestro arte. Esos datos erróneos quedan ya ahí como verdaderos y, como el deporte nacional es copiarnos los unos a los otros, las mentiras se perpetúan en el tiempo. Entiendo que hace cincuenta años no era nada fácil investigar en el flamenco, por la ausencia de medios y el difícil acceso a los archivos. Por eso no me gusta criticar a quienes investigaban en aquellos tiempos, sin necesidad de dar nombres. Pero hoy hay muchos medios y el acceso a los archivos se puede hacer desde nuestras propias casas, aunque no siempre. Hay ya decenas de periódicos digitalizados, del siglo XIX, que se pueden consultar en Internet. Es un trabajo laborioso, que requiere tiempo, pero que hay que hacer. También están digitalizados en la red algunos archivos municipales y parroquiales de ciudades de mucha tradición flamenca, con lo que se elimina el alto coste económico que supone tener que meterse en carretera para buscar datos en Málaga, Puerto Real, Linares o Barcelona. Por tanto, ahora es más fácil investigar que hace tres décadas y no entiendo cómo siguen apareciendo libros plagados de errores biográficos. Por poner algún ejemplo, aún se sigue diciendo “los hermanos de la Barrera”, cuando no eran ni primos. Y no estamos refiriéndonos a dos desconocidos, sino a los pioneros de la enseñanza del flamenco en Sevilla. Los libros han hecho sevillano al gran Miguel de la Barrera, pero en realidad era de la provincia de Málaga. El mítico guitarrista Paco el Barbero no era ni de Cádiz ni de Jerez de la Frontera, pero se sigue diciendo hasta la saciedad. La Finito de Triana ni nació ni se crió en el arrabal sevillano, pero reza como trianera. Juan el Pelao no era de Utrera, como se ha escrito alguna vez, sino de Triana, como su hermano José. El bailaor Lamparilla no era de Cádiz, sino de la sevillana calle Divina Pastora, del barrio de la Feria. Como su padre, Antonio el Pintor, al que también hicieron gaditano, era de San Juan de la Palma, o sea, sevillano de pura cepa. Frijones de Jerez no era el que se dice, Antonio Vargas Fernández, que nunca estuvo empadronado en Sevilla. El Frijones que nació en Jerez y que acabó sus días en la Alameda de Hércules de Sevilla era otra persona y no se llamaba Antonio. Nunca existieron aquellos “célebres duelos martineteros entre Juan el Pelao y El Planeta”, en Triana, de los que hablaba Antonio Mairena, porque el gitano herrero tenía solo dos años cuando murió Antonio Monge. Es imposible tanta precocidad. Y el Niño Medina no se hacía llamar así porque entre sus antepasados hubiera personas nacidas en Medina Sidonia (Cádiz), sino porque su verdadero padre se apellidaba Medina y era también cantaor. Son solo algunos ejemplos, pero podríamos citar miles de ellos. Cada día se hace más necesario la creación de un equipo de investigadores patrocinado por alguna institución pública, como hicieron en Argentina con el tango. Sobre todo ahora, que la Junta de Andalucía quiere meter le enseñanza del flamenco en los colegios públicos. ¿Dónde se van a documentar los profesores? ¿Qué van a responder cuando algún alumno pregunte quiénes fueron Frasco el Colorao, Ramón Sartorio o Miracielos? 

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lunes, 14 de mayo de 2012

PURO Y JONDO - Mariana Cornejo Sánchez "MARIANA DE CADIZ"


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Mariana Cornejo Sánchez 

"MARIANA DE CADIZ"

La cantaora Mariana Cornejo Sánchez, más conocida con el nombre artístico de Mariana Cornejo o Mariana de Cádiz, nació en Cádiz en 1947. Comienza como cantaora de la mano de su tío Canalejas de Puerto Real. Por su influencia familiar pronto se dará a conocer en este mundo artístico, como también en participar en los concursos radiofónicos de la época, en Radio Cádiz, como en el programa Conozca Vd. a sus vecinos de Radio Sevilla, con el inolvidable Rafael Santisteban, donde la gracia gaditana de los cantes de Marianita se hicieron destacar con popular aceptación
Tiene muchos recuerdos infantiles ligados siempre al cante, como cuando Aurelio se la quiso llevar a Madrid para que triunfara como cantaora gaditana o cuando La Perla le daba lecciones porque veía en ella una posible continuadora de su arte. Su tío Canalejas de Puerto Real, uno de los cantaores más completos y perfectos de todos los cantes, orgulloso de su sobrina estaba, porque veía en ella la continuación de los cantes puramente gaditanos,
El poeta arcense Antonio Murciano la anima a participar en 1986 como aficionada en el Concurso Nacional de Cante de Córdoba, donde destaca por sus cantes festeros y genuinamente gaditanos. En 1987 participa en el XXXVI aniversario de la Tertulia El Pozo de las Penas, en homenaje al guitarrista Manolo Carmona con un extraordinario éxito de público y de crítica. Desde entonces, se incorpora nuevamente al mundo flamenco, un mundo que en la intimidad no había abandonado jamás, ya que en la vida familiar se dedicó a estudiar a los grandes maestros de su Cádiz natal. Esta casada y tiene una hija que algunas veces suele llevar con ella a sus galas
Su primer disco Cosas de Caí (Pasarela 1988) es un homenaje a su tierra y a sus barrios. Luego grabaría Fiesta en Caí y Dos mundos cantan, como otros muchos en los que ha intervenido Mariana, como los Villancicos del Barrio de Santa María. Ha participado en varios programas de televisión en distintos canales. Fue protagonista principal de El Patio, en Canal Sur TV, ha participado en La Puerta del Cante, en Arte y Artistas Flamencos de Romualdo Molina en TVE, en Puro y Jondo de la 2 de TVE. Mariana Cornejo es una artista con un arte muy particular, con una gracia y una sencillez admirada por el público que la escucha cantar. Ello le ha permitido no sólo estar en estos doce o trece últimos años en los carteles de los principales festivales flamencos, sino también a debutar con éxito enorme en TV, en el teatro y en el mundo de la publicidad. -Ateneo de Córdoba-

MARIANA CORNEJO-PASCUAL DE LORCA-PURO Y JONDO

                                                               

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Manolo Caracol y El Fillo


FLAMENCO

Manolo Caracol y El Fillo


Manuel Bohórquez


Padrón de los abuelos de El Fillo en la calle Nueva de Puerto Real. Con ellos vivían Manuel Ortega y María de la Oliva. 1783.
Padrón de los abuelos de El Fillo en la calle Nueva de Puerto Real. Con ellos vivían su hijo Manuel Ortega y su nuera María de Oliva, abuelos de Enrique Ortega Díaz 'El Gordo'. Pragmática de Carlos III de 1783.
Manolo Caracol dijo alguna vez que entre sus antepasados había artistas célebres del cante, el baile y el toreo, como El Planeta, su tatarabuelo -como ya nos hemos encargado de probar-, Curro Durse y El Fillo. Lo de este último nunca se ha podido demostrar. El apellido Ortega le viene por los Ortega de Cádiz, como es sabido, por el célebre Enrique Ortega Díaz El Gordo, su bisabuelo, carnicero y cantaor. Un hijo de éste, José Ortega Feria El Águila, se casó con una hija de Curro Durse, Rufina Fernández Ezpeleta, de cuyo matrimonio nació Manuel Ortega Fernández, Caracolpadre, en 1860. Pero yéndonos más atrás se puede demostrar por fin el parentesco con Antonio el Fillo. El tatarabuelo paterno de Manolo Caracol, José Ortega de la Oliva Chicuco -padre de Enrique Ortega Díaz El Gordo-, era primo hermano de Antonio Ortega Heredia El Fillo. Sus padres eran hermanos. O sea, hijos de Diego de Ortega y Ángela Jiménez, de Cádiz y Jerez, respectivamente. En un padrón de Puerto Real de 1783, de la Pragmática de Carlos III, aparecen Manuel Ortega y María de la Oliva residiendo con sus padres en la calle Nueva. ¿Qué parentesco tenía entonces el célebre Fillo con Manolo Caracol? Como hemos dicho, primo hermano de su tatarabuelo paterno. Esto demuestra que el genio de la sevillana Alameda de Hércules no mintió nunca cuando dijo que también El Fillo estaba entre sus antepasados más célebres. Que no lo decía por presumir de linaje flamenco, como se ha asegurado alguna vez, sino porque era verdad. Por tanto, sobrinos de primos hermanos de El Fillo fueron también los toreros gaditanos Francisco Ortega Díaz El Cuco, Manuel Ortega Díaz Lillo y Gabriel Ortega Díaz Barrambín. Y la famosa cantaora Jacoba Ortega Díaz La Jacoba, que fue la suegra del gran Enrique Jiménez El Mellizo. ¿Se puede tener mejor ADN flamenco? Otro día les diremos qué parentesco tenía Caracol con Tomás el Nitri, vínculo familiar del que nunca se ha escrito.
Cédula de identidad de Francisco Ortega Díaz 'El Cuco', de 1862, expedida para viajar a Lisboa.
Cédula de identidad de Francisco Ortega Díaz 'El Cuco', de 1862, expedida en Cádiz para viajar a Lisboa.

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domingo, 13 de mayo de 2012

PURO Y JONDO - Inés Peña Peña "INES BACAN"



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Inés Peña Peña 

"INES BACAN"



La cantaora Inés Peña Peña, más conocida con el nombre artístico de Inés Bacán, nació en Lebrija (Sevilla) en 1952. Hija de Bastián Bacán y Ana la del Pelao; hermana del guitarrista Pedro Bacán, fallecido en 1997, es biznieta de Pinini; nieta de Fernanda la del Funi, prima de Fernanda y Bernarda de Utrera, es la última sorpresa artística del clan de los Pinini. Ella cantaba en casa, en las reuniones familiares o de amigos, pero hasta iniciada la década de los noventa no comenzó a cantar en público, y ello fue posible gracias al empeño de su hermano para vencer su excepcional timidez.
Inés Bacán, como toda su gente, conoce el cante, el baile y el toque desde siempre, pues en su familia es muy rara la persona que no practica alguna de las facetas flamencas aunque no sea profesional. Ella canta como oyó cantar a los suyos, desde muy pequeña, sin ningún virtuosismo, pero con una verdad y una autenticidad ejemplares. El LebrijanoEl Turronero, su propio hermano Pedro Bacán, Inés Bacán lleva el flamenco en la sangre. Y es, precisamente, en el seno familiar, en las fiestas y reuniones, donde la cantaora deja oír su voz durante años. No es hasta 1990 cuando da el primer paso profesional al participar en la grabación Noches gitanas en Lebrija, producido y dirigido por su hermano Pedro Bacán. Él es quien la empuja a participar en discos y espectáculos posteriores que recorrieron escenarios europeos y americanos como Nuestra historia al sur (1990), Al son del 3x4 (1992), Cien años de cante (1993) de su primo Pedro Peña, El clan de los Pinini (1994).
Pronto registra su primer disco, De viva voz (Auvidis, 1995); y participa en el directo de su hermano Marisma, grabado en la Bienal de Flamenco de Sevilla de 1996. Tras la muerte de su hermano, inicia su carrera en solitario participando en festivales y peñas, colaborando en discos y espectáculos. En 1998 graba su segundo disco, Soledad sonora (Auvidis, 1998), acompañada a la guitarra por Moraíto Chico. Cinco años más tarde publica Pasión, dentro de la colección del sello Palo Nuevo. Entre tanto, ofrece notables recitales como el del Festival de Mont de Marsan de 2003.                                                                     -Ateneo de Córdoba-

INES BACÁN-ANTONIO MOYA-PURO Y JONDO
                                                                    

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