lunes, 18 de junio de 2012

Calixto Sánchez Marín "CALIXTO SANCHEZ"

FLAMENCO


Calixto Sánchez Marín 


"CALIXTO SANCHEZ"






Calixto Sánchez Marín, nacido en el año 1947 en Mairena del Alcor, pueblo de destacada tradición cantaora, el niño Calixto hace su primera aparición en el cante en el bar que regentaba su padre, aunque a lo largo de su niñez, son los cantaores del mismo pueblo los que alimentan su afán, hasta los 18 años cuando comienza a cantar en público. Esta primera experiencia le lleva a ganar un premio por cantes de levante, en el concurso anual de su pueblo. 
A partir de ese momento se ve animado a participar en diversos concursos de la región andaluza, obteniendo diversos premios en todos ellos. En 1972 pasa a ganar el primer premio, entregado por Andrés Segovia, en el concurso celebrado en Granada, celebrando el cincuentenario del Festival de Granada. En ese mismo año es elegido "sevillano del año" por la Cadena Ser. 
Su primer disco "Estilos Flamencos" lo graba en 1974, acompañado a la guitarra por Melchor de Marchena y empieza la década de los 80 siendo elegido para disputar junto a figuras como Fosforito, Curro Malena y José de la Tomasa, el primer Giraldillo del Cante, prestigioso premio otorgado dentro de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Acompañado a la guitarra por Pedro Bacán y Juan Habichuela, es el vencedor, y más tarde aparece en el mercado un disco con su actuación en el concurso, en cuya carpeta figuran presentaciones de Antonio Mairena y José Luis Ortiz Nuevo. 
El disco "De los Alcores a Granada" lo graba con el acompañamiento de Pedro Bacán en 1984. En esta grabación da forma sonora a sus propias adaptaciones de textos de Rafael Alberti. Tres años más tarde graba de nuevo "Calle Ancha" que es un disco de suma importancia en las colecciones de los aficionados, ya que recoge temas del propio Calixto y de otros genios de la cultura andaluza como los Machado. En 1988 le otorga la Peña el Taranto de Almería, el premio Lucas López. 
Su actividad didáctica dentro del flamenco viene siendo una parte importante dentro de su trayectoria profesional. Es desde 1985 codirector del seminario de Estudios Flamencos e imparte cursos sobre el cante en la Escuela de Magisterio de Sevilla. Ha dirigido talleres en la Escuela Aneja de prácticas y es coautor de "Aproximación a una didáctica del flamenco", publicado por la Junta de Andalucía. Ha participado en las II Jornadas sobre la investigación en el Flamenco y es presidente de la Tertulia Flamenca de Enseñantes. 
Sus últimos trabajos discográficos han sido "De la lírica al cante" (1996), "Camino de la vida", grabado en 1997, y "Retrato Flamenco" en 2001, dedicado a Antonio Machado. 
Calixto Sánchez es figura obligada en la mayoría de los festivales flamencos más importantes de las peñas con más solera a nivel nacional. Tradicionalista y a la vez creador, su portentosa voz y amplias facultades le permiten dominar todos los estilos del cante por muy complicados que sean y convierten a este cantaor en un personaje ya histórico en el mundo del cante flamenco. 
Ha sido, durante los cinco últimos años, Director del Centro Andaluz de Flamenco con sede en Jerez de la Frontera (Cádiz). 
Su último espectáculo "De la tradición oral al flamenco" trata de explicar la llegada al flamenco profesional partiendo de las distintas formas de expresión que ha tenido el pueblo, tales como los pregones, los cantes camperos o los pliegos de cordel, cantados por los ciegos.




Calixto Sánchez con  Manolo Franco- Milonga

Calixto Sanchez con Manolo Franco por Fandangos

Calixto Sanchz por Romance de las tres cautivas
Calixto Sanchez con Manolo Franco por Malagueñas
Calixto Sanchez con Manolo Franco por Tangos
Calixto Sanchez con Manolo Franco - Habaneras de Cádiz
Calixto Sanchez con Manolo Franco por Seguiriyas

Calixto Sanchez -Polo-Caña y remate por Soleá apolá con Pedro Bacán


Calixto Sánchez y Pedro Bacán Granainas 


Mi infancia son recuerdos - Calixto Sánchez

Calixto Sanchez "A un olmo seco" canta a  Machado

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Seguridad salina "Niño Josele"


El tocaor, durante un recital en el Teatro Alhambra de Granada.

Seguridad salina




El quinto disco del guitarrista almeriense Niño Josele se ajusta más a los cánones flamencos contemporáneos que sus dos entregas anteriores, de corte jazzístico.


JUAN VERGILLOS
El mar de mi ventana. Niño Josele. Con Paco de Lucía, Tomatito y José Enrique Morente. Warner/Dro

La soleá debía haber estado acompañada por la voz y ahora está sola. Muy rítmica y, no obstante, dotada de esa seguridad salina característica del toque de Josele. La melodía es tan deliciosa que hasta resulta superfluo el acompañamiento de nudillos y palmas sordas. Tan flamenca: sobre la rueda de acordes tradicional se suceden las melodías, saltarinas, columpiadas sobre el bordón, estrictamente modales. En el último minuto y medio las variaciones melódicas surgen del arpegio hacia otros territorios melódicos más pop. Esta soleá fue concebida para la voz de Enrique Morente. 

La minera es el único toque de puro concertismo solista de este disco. Lírica y solar y con la tensión propia de las técnicas flamencas: ligados, pulgar, picados... temperamento, en fin. Josele no renuncia a progresiones melódicas más cantables, pero sin apartarse del sentido tradicional de este toque, fundado por Ramón Montoya, de quien asume el despliegue técnico que lleva a cabo. Claridad salina, serenidad. Las notas se suceden con naturalidad, sin atropellarse. Fluidez y contemplación. Sin duda lo mejor del disco. 

El resto de esta obra es puro ritmo: bulerías, tangos y rumbas, los dos primeros estilos por partida doble y el la rumba representada por tres toques. La primera bulería, dedicada a Chick Corea, es frenesí, tenso, seco y algo distante, un mano a mano con Tomatito en la más pura tradición paquera. En la segunda, Dulce canastera, el contrapunto lo pone el bajo de Carles Benavent. Es un toque con estribillo masculino y cante, más tranquilo, más pausado con abundantes usos de la tonalidad mayor. El guitarrista comparte protagonismo con la voz desgarrada de Duquende. En esta misma onda de estribillos y soniquete, los tangos Luna mora. Una descarga contundente con el enérgico bajo eléctrico de Alain Pérez y la voz sentimental de Lola de Morón. La sombra de Paco es alargada. Granada enamora es una canción por tangosparaos de letra más bien convencional y protagonizados, en lo vocal, por José Enrique Morente. El estilo de este joven cantaor granadino está más cerca del de su hermana mayor que del de su padre, demostrando un enorme dominio rítmico en el comienzo de la pieza. Las hermanas del cantaor, Soleá y Estrella, ponen las voces en los estribillos. 

Tanto Paco de Lucía hay en este disco, que al final aparece la guitarra del genio algecireño: se trata de una rumba titulada Caribeña. Paco lleva años sin ofrecernos un disco nuevo, pero se prodiga en un buen número de grabaciones ajenas. Nada más aparecer la guitarra del de Lucía la pieza se llena de luz, de pulcritud. Hubiese resultado un número genial de ser un puro dúo de guitarras. La percusión y el bajo cubanos son de compromiso. Tomado de forma aislada, el tema arpegiado con el que se inicia la pieza, en tonos mayores, es de las más billantes melodías que presenta esta obra. Nos recuerda al Monasterio de sal

Y, con tener citas directas, hay continuas referencias a pregones soneros tradicionales en el poderoso tumbao. Es una inyección de vitalidad y fuerza. Por los mismos aires caribeños Valgame asere introduce sin complejos los vientos en el tema principal y los arreglos, en un guiño a los dos últimos discos, más jazzísticos, del guitarrista. En esta onda se sitúan las variaciones de saxo tenor y bajo eléctrico, todas ellas en un tono de gran vitalismo, que dan la réplica a las de guitarra. El frenesí se ve reforzado por los pies de Juan de Juan. La melodía de Cabo de Gata es muy parecida a otras de la guitarra contemporánea que nos ofrecieron José Antonio Rodríguez o Vicente Amigo, o el propio Josele en El sorbo (2000). 

Este último disco, firmado a cuatro manos con Javier Limón, sigue siendo el mejor del Niño Josele, pese a los que luego nos ha brindado en solitario. El sorbo es uno de los fenómenos musicales del flamenco contemporáneo que, no obstante, pasó de puntillas. Una obra fresca, naïf y mágica, lejos de los tics profesionales que luego han afectado a Limón y Josele en sus respectivas carreras.

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Caracoles



FLAMENCO

Caracoles

Los Caracoles

Si hablamos de cante, de Madrid y de Chacón, necesariamente hemos de hablar de los caracoles. El estilo que don Antonio madriñelizo de tal manera que hubo quién llegó a creerlo de pura cepa madrileña.
Pero los caracoles -como casi todo el cante, salvo muy contadas excepciones- son de nacencia andaluza. Probablemente sanluqueña, como el mirabrás, estilo con el que tiene evidente semejanza, además de que uno y otro tuvieron gran tradición en Sanlúcar. Se habla de Tío Jopsé el Granaíno, también llamado el de Sanlúcar, torero y cantaor, como el personaje que inventó los caracoles. Y después se cita a Francisco Hidalgo, conocido en el cante como Paco el Gandul y Paco el Sevillano.
En cualquier caso fue don Antonio Chacón quien, una vez establecido en Madrid, sacó el cante del semiolvido en que se hallaba, le cambió la letra dándole unas motivaciones madrileñas y le dió una popularidad que jamás antes había tenido. En efecto, la copla entonces en boga hacía referencia a los trenes que pasaban por Santa Cruz de Mudela, en Ciudad Real, en el trayecto Madrid-Andalucía. trenes a los que llamaban los andaluces:


Cómo reluce, cómo reluce,
Santa Cruz de Mudela,
cuando suben y bajan
los andaluces...,

que Chacón transformó, con su raro instinto para halagar al oyente, en

Cómo reluce
la gran calle de Alcalá
cuando suben y bajan
los andaluces...

haciendo referencia, al parecer, al trajín que se formaba en la primera calle madrileña las tardes de toros, en la ida y la vuelta a la plaza.


Selección de vídeos por Caracoles



Juanito Berrocal por Caracoles

Rios Cabanillas por Caracoles
Naranjito de Triana por Caracoles

FOSFORITO Y PACO DE LUCIA CARACOLES ACOMPAÑAMIENTO


Naranjito de Triana en su cante por Caracoles Festival Nacional del Cante de las Minas 1991

Una Gala para la Historia. El ya desaparecido Gran cantaor sevillano y Trianero José Sánchez Bernal "Naranjito de Triana" en una de sus mejores actuaciones con la guitarra de Manolo Franco 


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domingo, 17 de junio de 2012

José Georgio Soto "JOSE DE LA TOMASA"




FLAMENCO

 José Giorgio Soto

"JOSE DE LA TOMASA"


El cantaor José de la Tomasa, nombre artístico de José Georgio Soto, nace en Sevilla el 19 de agosto de 1951. Sobrino-nieto de Manuel Torre, nieto de Pepe Torre, e hijo de Tomasa y Pies de Plomo. Aunque siempre alternó cantando en fiestas familiares y en reuniones de cabales, su revelación artística se produjo al ganar el concurso de Mairena del Alcor, después de haber formado parte del grupo Triana, intérpretes de rock andaluz. Su consagración le llegó al ganar en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, en 1976, el premio Manuel Torre por siguiriyas y tonás.
A partir de este triunfo actúa en peñas flamencas y comienza a participar en los festivales andaluces, de los que actualmente es una de sus primeras figuras. Su cualidad de letrista se refleja en su discografía, así como su capacidad de repertorio. Se presentó en Madrid, en 1984, en uno de los festivales del homenaje a Federico García Lorca, celebrado en el Teatro Español, repitiendo ante el público madrileño, en el Teatro Alcalá Palace, durante la Cumbre Flamenca de 1985. Ha sido finalista del premio El Compás del Cante, en 1984, y del Giraldillo del Cante, en 1980. Numerosos críticos y flamencólogos han glosado su personalidad artística, suscitando comentarios como los siguientes:
Miguel Acal: "Habrá que prestar mucha atención a este joven cantaor que puede ser una pieza básica en el engranaje del flamenco de los próximos años".
Emilio Jiménez Díaz: "Estamos ante la posible teoría de la atracción de la tierra en la genética del arte y en la memoria del sentimiento. Queremos escapar a la atracción étnica por medio de la fuerza centrífuga de otros modos y costumbres, pero la tierra puede más. De ahí que, casi en el siglo XXI, El de La Tomasa interprete los mismos sentimientos que su abuelo, y los del hermano de su abuelo -el genial Manuel-, y en sus reflejos, los de una Andalucía cantaora sin partida de nacimiento por muchos estudios y ensayos que sobre las sombras de las hipótesis han levantado los intelectuales, sin lograr luces en las antorchas del mundo de la investigación. Es indudable que a través del grito de José nos llega, aún, el grito verdadero de nuestra tierra. Él ha podido a un mundo paralelo de comercialidades al uso, erigiéndose como batallador de unas formas de cante y ecos rancios que, gracias a él, y a pocos cantaores como él, podemos degustar los cabales".
J.M. Pérez Orozco: "Él piensa que el flamenco nace de la pena y la alegría; ambas cosas son inseparables, tienen sentido cuando existe la otra. Su cante se apoya en la tradición familiar, Pepe y Manuel Torre, con algunos recuerdos también de Juanito Mojama, pero es consciente de que el flamenco de ahora es deudor de la totalidad de los artistas que han contribuido de lejos a la creación y trasmisión de este arte. José sabe que todos ellos son su fuerza, lo sitúan en el vértice de una pirámide hecha de aquilatada tradición que ha filtrado la música y la poesía hasta conseguir la esbeltez y la hondura de una soleá. José de La Tomasa es un cantaor excepcional. La calidad de sus registros se une a la diversidad de los mismos, lo que le permite abordar con facilidad los cantes que necesitan más fuelle o mayor virtuosismo, como su ejemplar estilo por granaínas. Si a ello le añadimos ese compás de los cantes madre, como la siguiriya o la soleá, habremos terminado de perfilar lo que sin duda alguna se ha reconocido como una primera figura del cante, en la más pura línea de los cantaores señeros del flamenco".
Manuel Ríos Ruiz: "Ante el cante de José de La Tomasa intuimos dos aspectos característicos. Uno, su conocimiento de los estilos y su permanente deseo de interpretarlos con la mayor exactitud. Otro, los matices de su voz, un tanto opaca pese a su rajo agitanado. La conclusión que sacamos de estas dos premisas, es que su enorme preocupación por seguir las reglas le priva de cierto y preciso desmelenamiento. Su desgarro, como todo su cante, lleva implícito quizá demasiado estudio y cierto temor al descalabro. Sus cualidades son innegables y sus posibilidades, todas. Pero le cuesta pellizcar. Le pesa en demasía la herencia. Y la herencia no debe convertirse en una monotonía o en una perfección que pide continuamente cumplimiento. Hay que manejarlo con mayor libertad. El día que así lo decida, José de La Tomasa alcanzará el cénit de su cante, su auténtica personalidad».

JOSE EL DE LA TOMASA - RAFAEL RIQUENI. 3ª BIENAL 1984 -Soleá

Jose de la Tomasa por Soleá (Colegio Mayor San Juan Evangelista de Madrid)

Jose de la Tomasa - 1/5 - Granaína Malagueña


Jose de la Tomasa - 2/5 - Alegrías


Jose de la Tomasa - 3/5 - Soleá

Jose de la Tomasa - 4/5 - Seguiriyas

José de la Tomasa por Malagueña

José de la Tomasa por Tarantos

José el de la Tomasa - Bulerías por Soleá - 

Jose de la Tomasa y Antonio Carrion Tientos Tangos

José de la Tomasa Bulerías por Soleá

JOSÉ DE LA TOMASA-PEDRO PEÑA-ROMANCE DEL CONDE SOL-

Jose el de la Tomasa con Manolo Franco - Alegrias



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La noche en la que los gitanos de Cádiz quisieron acabar con Silverio




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La noche en la que los gitanos de 

Cádiz quisieron acabar con Silverio




Manuel Bohórquez

Silverio Franconetti llegó de Montevideo en la primavera de 1864 y decidió establecerse temporalmente en Cádiz, donde tenía como sus más fervientes admiradores a Antonio Ortega Díaz El Gordo y a Curro Durce. Ahí es nada. En aquel año se acababa de abrir un café cantante en la Tacita y el dueño decidió contratar a Silverio, “el rey de todos los cantadores”, según las gacetillas de los periódicos de la época. Cuenta Francisco Rodríguez Marín en un precioso artículo de hace ciento dos años, en la prensa sevillana, que el nuevo café fue adornado para la ocasión y que el local se llenó de gitanos que querían comprobar cómo cantaba el artista sevillano tras pasar siete años en América. Silverio se sentó en su silla de aneas y se templó con una letra de preparación para la serrana que, como pudo comprobar luego, era la menos indicada para aquel ambiente de brava gitanería gaditana. Todo fue cantar el primer verso y comenzaron a volar sillas, vasos y botellas hacía el escenario. Silverio, que era un tío echado para adelante,bragao, optó por “subirse al olivo” y escapar del local para salvar la vida. Quince años más tarde, el maestro de la Alfalfa le contó la historia a Rodríguez Marín:
Contándonos Silverio este lance quince años después, en una de aquellas conferencias folk-lóricas que con él celebrábamos frecuentemente, preguntéle yo:
-Pero, en fin, ¿qué empecatada copla era aquella?
Y mirando alrededor con cómico recelo, añadió:
-La diré, pues no hay gitanitos delante:
Aunque te güerbas culebra
y te metas en la mar,
te tengo de perseguir
hasta mi intento lograr.
Silverio no volvió a cantar más aquella serrana. Aprendió la lección de que nombrar la culebra en una copla flamenca, con gitanos delante, era jugarse la vida. Y mira que lo querían y lo admiraban los gitanos de Cádiz.

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Jacinto Antolín Gallego "EL NIÑO DE ALMADEN"




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Jacinto Antolín Gallego 

"EL NIÑO DE ALMADEN"


Jacinto Antolín Gallego, más conocido como El niño de AlmadénJacinto Gallego o Jacinto Almadén (Almadén, 1899 - Igualada, 1968) fue un cantaor de flamenco español
Se inició artísticamente en Calzada de Calatrava, al realizar una sustitución en el elenco del Niño de Genil, a los dieciséis años. Debutó en 1918 en el Kursaal Magdalena de Madrid. Durante los años 1920 fue asiduo de los cafés cantantes y colmaos madrileños, alternando con Antonio Chacón, de quien era ferviente admirador. En 1928 actuó en el Teatro Pavón, en unión de Angelillo y Guerrita, y al año siguiente en el mismo escenario madrileño con Pepe Marchena, con quien meses después intervino en el Teatro Cómico con la estampa Mira que bonita era.
Fueron muchísimos los contratos y actuaciones junto a grandes maestros de su época, En 1946 formó parte del ballet de Pilar López Júlvez, junto a Manolo el Malagueño. Hizo varias giras fuera de España, reapareciendo en 1960 en el Teatro de la Comedia de Madrid. Sobre su arte escribió Jacinto Benavente:
Es sin duda el artista de más saliente personalidad. Su buen gusto, entusiasmo y afición le elevan de la categoría de intérprete a la de creador. Con Jacinto Almaden el cante cobra nueva vida por ser un verdadero artista.
También fue un maestro de los cantes mineros. Jacinto vivió la experiencia de la mina. Su padre era minero y él mismo trabajó en las minas de carbón de Puertollano. Empezó a cantar tarantas sabiendo lo que significaban sus letras; luego dejó la mina por el cante y siguió aprendiendo.
Su más importante magisterio lo ejerció al registrar en 1954 las tarantas de la primera Antología de Cante Flamenco:
Clamaba un minero así
¡ay! en el fondo de una mina
clamaba un minero así:
¡ay! ¡En qué soleá me encuentro!
Es mi compaña un candil,
¡ay! yo la salía no la encuentro.
En 1957 grabó en Francia una cartagenera, Si vas a San Antolín, ejemplo de la más pura ortodoxia chaconiana, y este lamento minero:
¡Ay! que había...
yo me llevé de un rosal
la mejor rosa que había;
si sería maldición
que una espina que tenía
se clavó en mi corazón.
Jacinto fue un gran profesional y gozó de una enorme popularidad. En 1965, estuvo junto a Pepe Marchena como invitado de honor en el II Concurso Nacional de Cartageneras. En1968 le brindó un homenaje el Aula de Cultura "Andrés Cegarra" de La Unión. En él se escuchan sus grabaciones y actúan los cantaores locales Pencho Cros, Eleuterio Andreu y Niño Alfonso. Ese mismo año falleció en un accidente de tráfico
Wikipedia

Jacinto Almaden y Paco de Lucia "Taranta"


Jacinto Almaden por Polo


Jacinto Almaden por Garrotín


Jacinto Almaden por Martinetes


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