miércoles, 24 de julio de 2013

MUJERES AL CANTE Rosario Monje "LA MEJORANA"


FLAMENCO
MUJERES AL CANTE

Rosario Monje

"LA MEJORANA"

 
ROSARIO MONJE, bailaora y cantaora, más conocida en este mundo artístico con el nombre de LA MEJORANA,  nació en Cádiz en el año 1862, y murió en Madrid, en el 1922.  Madre de Pastora Imperio y Víctor Rojas, Su vida artística fue efímera, solamente tres años de profesionalidad, por su retirada tras contraer matrimonio con el sastre de torero Víctor Rojas Fue figura de los cafés cantantes sevillanos El Burrero y Silverio. Fernando el de Triana, tras una serie de elogios exaltativos de su belleza, dejó descrita su forma de presentarse ante el público y de actuar
 
Su figura era escultural y cuidaba siempre de vestir los colores que más la hermoseaban, pero siempre su bata de cola, de percal, y su gran mantón de Manila. Preciosos zapatos calzaban sus diminutos pies, y ya no sabemos más; pues al Café de Silverio había quién llegaba muy temprano para coger un asiento delantero con el fin de verle a La Mejorana siquiera dos dedos por encima de los tobillos, y a las cuatro de la mañana, cuando terminaba el espectáculo, se marchaba a la calle sin haber logrado su propósito ... 

Cuando salía bailando y terminaba la falseta, hacía una parada en firme, y al compás de la fiesta (de palmas sordas), se cantaba ella misma estos juguetillos que a la vez bailaba y, mientras tanto, había cristiano que se limpiaba la baba cuatro o cinco veces, pues sin darse cuenta, se quedaban embobados: "Yo soy blanca y te diré/ la causa de estar morena: / que estoy adorando a un sol / y con sus rayos me quema ..." Como final de este detalle, otra vez la fiesta animada; segunda cantiña del cantaor de turno, ovación delirante, y las mayores atenciones para la sublime bailaora

Fernando Quiñones ha evocado sus valores artísticos con el siguiente comentario:  Débesele una fundamental innovación en los bailes flamencos de mujer: Rosario Monje es la primera que levantó mucho los brazos en la danza, prestando con ello a la figura femenina extraordinario aire y majestad. La novedad, que ocasionó en principio gran sorpresa, fue aceptada enseguida por la afición y los profesionales inteligentes, creándose así toda una nueva estética del flamenco para bailaoras: la estética que, afianzada después canónica y radicalmente por Pastora Imperio, priva, con carácter exclusivo, en nuestros días. Como cantaora fue también Rosario La Mejorana más que decorosa intérprete de soleares, y admirable de bulerías y cantiñas en general y alegrías en particular; aportó a este último cante un juguetillo de su creación."
-El arte de vivir el flamenco-

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