lunes, 30 de septiembre de 2013

MUJERES AL CANTE Josefa Díaz Fernández "PEPA DE ORO"


FLAMENCO
MUJERES AL CANTE

Josefa Díaz Fernández


"PEPA DE ORO"
JOSEFA DÍAZ FERNÁNDEZ,  cantaora y bailaora gitana, se le conoció en el mundo del arte flamenco con el nombre artístico de PEPA DE ORO, nació en Cádiz el día 29 de enero del año de 1871, en la calle Mirador 17. y murió en su Cadiz el día 18 de mayo de 1918, en la calle Mirador número 13, a los 47 años de edad. A finales de los años treinta del siglo XX. Fue una flamenca de gran belleza y de singular empaque, hija del matador de toros Paco de Oro. Viajó con su padre a América y trajo las primeras milongas aflamencadas del folklore argentino en 1904. 
Recibió los aplausos que llenaban noche tras noche los café cantantes de Cádiz, Jerez de la Frontera, Sevilla Málaga y Madrid, pues su cartel era de primerísima categoría, si nos atenemos a lo que de ella contó Fernando el de Triana: "Fue Pepa puntera bailaora de arrogante figura, y aunque no era gitana, cualquiera hubiera dicho que era pura cañí canastillera. Como número extraordinario cantaba unas milongas que a la vez bailaba, y que el público aplaudía con verdadero entusiasmo".
Pepe de la Matrona recordó su cante y lo presentó limpio de la hojarasca preciosista que caracteriza al cante marchenista. En la misma línea de sobriedad y aspecto rítmico está creciendo la imagen de tales cantes hoy, en los que se acentúa una expresión de rajo y contundencia flamenca, lejos de la dulzonería gachona. Pepa de Oro es sólo la imagen que nos trajo Pepe el de la Matrona, todo un monumento neoclásico.
El Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba creó en su XIII edición (1992) el Premio "Pepa Oro" para: a) Guajiras, Punto Cubano, Colombianas. b) Milongas, Vidalitas. Al considerar en aquella XIII edición su coincidencia con la celebración del quinto Centenario de América, se vio la conveniencia de añadir un grupo en la sección del cante, el de los llamados Cantes de ida y vuelta. Fue problemático encontrar un nombre. Por una parte, los cantes de ida y vuelta son la última creación artística que ha tenido el género, todos ellos han aparecido en el contexto del flamenco en pleno siglo XX. Sus máximos cultivadores han sido los divos flamencos, aquellos que dieron valoraciones canoras y teatrales. No en vano se nutrieron de partituras de Zarzuela y Género Chico. Ese reto que suponía en los concursos de Córdoba los cantes de ida y vuelta tenía que salvar la tentación fácil de ponerle el título de Niño de Marchena. Surgió el de Pepa Oro (Pepa de Oro) y ganó el debate.
Pepa de Oro, la creadora de la milonga flamenca
La bailaora y cantaora del barrio de Santa María fue hija del torero Paco de Oro. Fruto de los viajes a Hispanoamérica con su padre nació este cante de ida y vuelta
Josefa Díaz Fernández, Pepa de Oro, nació en Cádiz el día 29 de enero de 1871 en la calle Mirador, 17. Hija del matador de toros Francisco Díaz García, Paco de Oro y de la cantaora Agustina Fernández Fernández. Pepa de Oro, bailaora más que cantaora, desde jovencita acompañó a su padre en las temporadas taurinas de Hispanoamérica. Allí conoció y absorbió el cante de la milonga y le aportó su sello personal, injertándole el compás del tango; y a ella se le debe la creación de la milonga flamenca. Desde el punto de vista musical, resulta interesante el aflamencamiento de una música foránea manteniendo, sin embargo, el ritmo originario y el acento primigenio. Lo que hoy se denomina arreglo musical ya lo hacían los cantaores flamencos del siglo XIX con los aires folklóricos hispanoamericanos en los que se basaron para crear los cantes que se han dado en llamar de ida y vuelta: milongas, guajiras, vidalitas, etc. Pepa de Oro fue figura popularísima en los cafés cantante de Jerez, Cádiz, Málaga, Sevilla, Madrid… En 1885 se encontraba ya en plena actividad artística en el jerezano Café de Caviedes, obteniendo grandes aplausos de los aficionados que llenaban noche tras noche, los cafés cantante. Fue una gitana del gaditano barrio de Santa María, de gran belleza y de singular empaque, con una larga cabellera, con la piel de un bello color moreno oro; sus ojos melosos hablaban más que por su lengua y fue fumadora de puros. Heredó el apodo de su padre, Paco de Oro (Cádiz 1840-Madrid 1910), a quien llamaban desde niño Paco-Oro porque era muy rubio. En sus comienzos como novillero ya se anunciaba en los carteles como Paco de Oro. Se hizo famoso por sus viajes a Hispanoamérica para torear y, en aquel tiempo, se cantaba una letra que decía: "Paco de Oro / ha venío de Lima / de matar toros". Paco de Oro fue un torero que estaba bien dotado, era gallardo y con facultades, con jindama para poner un comercio. Seis veces, seis, tomó la alternativa entre 1870 y 1877 y otra intermedia en su Cádiz natal. Fue un sibarita gozador de la vida. Estuvo asistiendo a las temporadas taurinas hasta 1889 que toreó por última vez en la Plaza Paseo en México, alternando con Manuel Hermosilla, el torero de Sanlúcar, que tantas corridas llevó al gran cantaor Enrique el Mellizo, en su cuadrilla. En uno de los viajes en el que Pepa de Oro acompañó a su padre a tierras del Nuevo Mundo, los toreros de Lima organizaron una fiesta para las gentes del arte de Cúchares, y a la misma asistieron toreros españoles y Paco de Oro con su hija. Cuando la fiesta estaba el rojo vivo, con el folklore del país, salió Pepa bailando y cantando y dejó a todos los existentes "asombrados" con su gracia de esencia gaditana y con desplantes toreros. Fernando el de Triana, en su libro Arte y artistas flamencos dice así: "Fue Pepa puntera bailaora de arrogante figura y, aunque no era gitana, cualquiera hubiera dicho que era pura cañí. Como número extraordinario cantaba unas milongas a compás de tangos, que a la vez bailaba, y que el público aplaudía con verdadero entusiasmo". En esta ocasión, el de Triana se equivocó al decir que no era gitana, pues estaba mal informado. El abuelo de Pepa de Oro, por línea paterna, fue el matador de toros Gaspar Díaz Cantoral Lavi y sus bisabuelos fueron el matador de toros José Díaz Jorge Agualimpia y de la cantaora María Cantoral Valencia, La Cantorala, ambos gitanos. Otro hermano de su abuelo Gaspar fue otro matador de toros, Manuel Díaz Lavi, y una hermana de ellos fue Gabriela, quien contrajo matrimonio en 1817 en la catedral vieja con el torero José Gabriel Ortega, conocido como Chicuco, cuya unión fue el comienzo de la dinastía de los Ortega de Cádiz, de donde nacieron toreros, cantaores y bailaores a raudales, como Rafael el Gallo, Joselito, El Cuco, Barrambín y Lillo, en el toreo; Manolo Caracol, Enrique Ortega El Gordo, Jacoba, Ortega El Viejo y Joselito de la Morala, en el cante; y en el baile la señá Gabriela, Rita, Carlota, Rosario, Regla, Rafael Ortega, Inés la del Columpio y un largo etcétera. Por la línea materna, hermanos de su madre fueron los grandes cantaores María Fernández, La Borrico, apodo éste por el temperamento de su voz; Pedro Fernández, conocido como El viejo de la Isla, que fue el abuelo de mis amigos Los Melu de Cádiz, Perico, José, Milagros, Agustín, gitanos todos. Recuerdo que en conversaciones con Agustín El Melu, me dijo que la mujer de Paco de Oro, Agustina, que era conocida como La Vizca, no le envidiaba nada a sus hermanos como cantaora, pero que su marido no quiso que se dedicara al artisteo. Así mismo, Pepa fue prima de los cantaores Gabriel Díaz Fernández, Macandé y de Enriqueta Díaz La Macaca, apodo que heredó de su marido Miguel Cruz, Macaco, gran cantaor. Pepa de Oro, en su juventud se casó con un banderillero. Quedó viuda y, posteriormente, contrajo matrimonio con Esteban de Jerez, del que tuvo que separarse por "borde" según me comentaba una sobrina de ella, María Baena Díaz, esposa que fue del cantaor Antonio Díaz Soto El Flecha. Por último convivió con un cantaor sevillano apodado El Macareno. Ambos pusieron una pensión en la calle Núñez de Arce en Madrid. Pasados algunos año, ella decidió venirse a su Cádiz natal; ya no cantaba y andaba económicamente mal. Falleció el día 18 de mayo de 1918 en la calle Mirador número 13, a los 47 años de edad. A los pocos días fallecía el que fue su pareja, El Macareno.
Félix Rodríguez Guitérrez / Cádiz | Actualizado 29.08.2010 - Fotografía de Pepa de Oro.
-El arte de vivir el flamenco-
Para escuchar el cante pinchar el siguiente enlace:
Pepe de la Matrona "Milonga de PEPA DE ORO"


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domingo, 29 de septiembre de 2013

José María Sebastian Soto Vega "TÍO JOSÉ DE PAULA"


FLAMENCO

José María Sebastian Soto Vega


"TÍO JOSÉ DE PAULA"


JOSÉ MARÍA SEBASTIAN SOTO VEGA,  cantaor gitano, siempre se le ha conocido con su propio nombre artístico de TÍO JOSÉ DE PAULA, nació en Jerez de la Frontera (Cádiz), el día 10 de agosto del año de 1870, y murio en Jerez de la Frontera el día 9 de marzo de 1955. Trabajó como manijero en los cortijos de la campiña de Jerez, y en las reuniones de trabajadores daba rienda a sus sentimientos cantando. En sus últimos años se dedicó, con un canastillo, a vender tabaco y golosinas por las calles. El Ayuntamiento de Jerez le dedicó en 1991 un busto, obra de la escultora jerezana Nuria Guerra, situado en un lateral de la Iglesia de Santiago. Su trayectoria artística se desarrolló en las fiestas y reuniones íntimas. Personalísimo intérprete de siguiriyas y soleares, basándose en los cantes de El Marruro creó unas siguiriyas sumamente originales, tan jondas y cortas como de una gran belleza estética, que actualmente tienen gran vigencia, especialmente a través de Tía Ánica La Piriñaca, que compartió con él actuaciones en el ámbito familiar de los cortijos y de los patios de las casas de vecinos del jerezano barrio de Santiago
Manuel Ríos Ruiz le ha exaltado en su romance Cante en la esquina y en su recuerdo existe en su tierra natal una peña flamenca con su nombre. Juan de la Plata, en su libro Flamencos de Jerez, aparecido en 1961, escribe sobre su personalidad artística: ¿Qué jerezano que escuchara cantar a Tío José de Paula, ha podido olvidar sus soleares? Tío José de Paula fue un maestro, que hizo llorar con la emoción contenida de sus cantes cortitos.
Sus coplas aún andan por el recuerdo. ¡Cómo las decía! Muy viejecito era Tío José, cuando nosotros le escuchamos por vez primera, allá por lo años cuarenta y tantos. ¡Tantas veces habríamos de escucharle, después! Y siempre, dejándonos en los labios el regusto a miel de su cante jerezano, añejo y puro».
-El arte de vivir el flamenco-
Seguiriyas

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sábado, 28 de septiembre de 2013

MUJERES AL CANTE Natalia García Gutierrez "LA NATI"


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MUJERES AL CANTE

Natalia García Gutierrez


"LA NATI"

NATALIA GARCÍA GUTIÉRREZ,  cantaora paya, más conocida en el mundo artístico con el nombre de  LA NATI, nació en el Barrio Madrileño de Vallecas, por lo tanto es Madrileña de pura sepa, el día 27 de Junio del año de 1977, la afición al cante le brota desde muy pequeña, destacándose siempre en todas las fiestas de reuniones de amigos, esta casada y  tiene una hija,. en la actualidad sigue en la brecha con buena formación de espectáculos.
  
Empieza con gran éxito, dándose a conocer en peñas, tablaos y centros culturales del flamenco, su gran maestro y amigo Juan de Madrid, le acompaña a la guitarra con el cuadro flamenco, Graba su primer disco CD, Navegando, con su guitarrista Juan de Madrid., tiene un buen repertorio de estilos de cantes, demostrándolo en sus actuaciones, y en su disco, donde nos interpreta, Alegría, Peteneras, Fandangos, Guajira, Minera y Levantica, Solea Apola, Rumbas y Seguiriyas, tiene un tono de voz muy adaptable y muy flamenco, que transmite por su coraje y poderío con mucho arte. 

Una de las tantas actuaciones realizadas esta admirable la cantaora tubo lugar el día 17 de mayo del 2008, en la localidad de Casarrubuelos

 (Madrid), homenaje a Ernesto "CHE" Guevara , en el Centro Cívico de "Francisco Rabal", su actuación estuvo acompañada por su maestro y amigo el guitarrista Juan de Madrid, donde nos deleito con los cantes de su repertorio muy apropiado para el "CHE"  Guevara, por unas Milongas, Alegrías, Guajiras, y unos Fandangos, estuvo muy acertada de forma de decir los cantes, con mucho estilos y poder de ejecución y transmisión.

AGRADECIMIENTOS, Este disco esta hecho con todo el cariño, la ilusión, la afición, y sobre todo el respeto que siento por el flamenco. Me gustaría dar las gracias a todos los que de una manera u otra estáis acompañándome en mi  camino. A mis hermanos y sobrinas, a mi madre, a mi marido y a mi hija, gracias por estar siempre a mi lado, por vuestro amor y vuestro apoyo incondicional. A mi padre porque sin estar me acompaña siempre en cada momento de mi vida. A Tomás Guerrero, gracias por tantas y tantas horas de trabajo, esfuerzo y paciencia. A mis compañeros de clases y a Murillo por portarse tan bien conmigo. Y por supuesto a mi maestro y amigo Juan de Madrid, gracias por tu dedicación tus consejos, tu cariño, tu arte y sobre todo tu amistad. Todos y cada uno de vosotros me habéis aportado momentos inolvidables, y para mi es un privilegio teneros a mi lado, LA NATI     

La Nati de Vallecas por Garrotín
La Nati en el cuadro flamenco de Juan de Madrid

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viernes, 27 de septiembre de 2013

Francisco Gabriel Diaz Fernandez "MACANDE"


FLAMENCO

Francisco Gabriel Diaz Fernandez


"MACANDE"

 

FRANCISCO GABRIEL DÍAZ FERNÁNDEZ, cantaor gitano, más conocido en el mundo del cante flamenco con el nombre artístico de MACANDE, nació en Cádiz, en el año 1897, y murió en el manicomio de Cádiz en el año 1947, empezó desde muy pequeño   vendiendo caramelos, y creo un pregón tan personal que fue único, en el que mentaba a los toreros. Pericón de Cádiz contaba en uno de sus comentarios, que  con este pregón por asturianas tenía a todo Cádiz loco, y por cualquier sitio que iba siempre llevaba detrás más de treinta o cuarenta personas ná más que por oírlo cantar

Los fandangos de Macandé tan personales dejaron una escuela muy bonita
dentro de nuestra historia del cante flamenco, esta letra por  Fandango
de Macandé cantada por muchos grandes maestros del cante quedo en la hoistoria

 
Los besos que se compran con el dinero
no son besos de verdá,
que los besos verdaderos
son los que una madre da,
que esos no cuestan dinero


Se cuenta que cantaba algunas de las  veces con un caramelo en la boca. Los caramelos los liaba con cromos de toreros, pero a veces cambiaba y utilizaba cromos de futbolistas, en cuyo caso "el pregón de los toreros conservaba sus tonos asturianos de la primera parte, y el de los jugadores lo hacía por bulerías, aunque igual cambiaba los tercios. Su pregón no fue fijo: lo creaba y recreaba cada día según la inspiración del momento" (Eugenio Cobo). Macandé fue un ser patético, siempre al borde de la locura; para mayor desgracia se casó con una mujer muda y tuvieron dos o tres chiquillos, todos mudos, lo que acabó de trastornarlo.

Fue ingresado en 1935 en el Manicomio de Cádiz, hasta su muerte. Allí iban a verlo cantaores y amigos, como Caracol, quien fue muchas veces y lloraba oyéndole cantar sus fandangos; después algunas cosas del cante de Macandé las incorporó él a sus propios cantes. Un fandango, el de Macandé, de gran dificultad de ejecución, de trenos largos y estremecedores, angustiado. También cantó saetas, y nunca quiso cobrar por ello.
-El arte de vivir el flamenco-

Pinchar el siguiente enlace para escuchar su cante:

El Negro del Puerto -Pregon de Macande-

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jueves, 26 de septiembre de 2013

LA GUITARRA FLAMENCA Manuel Martín Liñan "MANUEL MARTÍN LIÑAN"



FLAMENCO
LA GUITARRA FLAMENCA

Manuel Martín Liñan


"MANUEL MARTÍN LIÑAN"

MANUEL MARTÍN LIÑAN, guitarrista e industrial payo, conocido con su propio nombre artístico de MANUEL MARTÍN LIÑAN, 1º Presidente y 2º fundador de la Peña de La Platería de Granada, nació en Quentar  (Granada),  en el año de 1922,  y murió en Granada en el año de 1980,  nacido  en 1922, el año del Concurso Nacional de Cante Flamenco en Granada. Aunque en su vida realizó muchos trabajos, entre los que podríamos mencionar: confitero y batería en un conjunto musical y bandurrista, su gran afición y pasión fue la de tocar la guitarra, como uno de los más fieles aficionados que ha tenido este arte en Granada.

Trabajador y emprendedor, a la par que flamenco, tuvo éxito en los negocios. Creó en el centro de Granada, las célebres "Bodegas Granadinas", donde se ubicó uno de los primeros asaderos de pollos de la ciudad, siendo este local famoso por sus vinos y sus pollos asados. El mismo local que utilizaría la Peña 'La Platería', como local provisional en los años 1962 y 63.

Fue primer presidente de la peña La Platería en 1969, y en el año 1970 adquirió para ella el carmen que actualmente posee en el Albaicín, convirtiéndose en presidente y mecenas de la misma. Debemos destacar en él que no fue un guitarrista profesional, pues no vivió de la guitarra, pero sí considerarlo como uno de los aficionados más cabales que ha tenido este instrumento, lo cual no le impidió acompañar a una gran cantidad de artistas durante un gran número de años, en que desarrolló su labor de potenciación y prestigio de la peña, hasta su trágica desaparición en el año 1980.

En la peña La Platería actuó, como guitarrista de acompañamiento, innumerables veces desde 1970 hasta 1976. Acompañando a la mayoría de cantaores famosos de aquella época, entre los que se cuentan Cobitos, Manuel Ávila, Agujetas, Fernanda de Utrera, El Gallina, Chocolate, Menese, etc.

Quentas (Granada).Ubicado en la depresión que separa Sierra Nevada del Parque Natural de la Sierra de Huétor, y bañado por el río Aguas Blancas, los primeros datos que por escrito se conocen de este lugar datan del siglo XIII y aparece como un distrito (isqlim) de la Cora de Elvira con el nombre de Dur. Su denominación actual procede del árabe Qariat Quentar. Los Reyes Católicos tomaron esta villa casi al mismo tiempo que Granada y pasó directamente a depender de la Corona de Castilla. Más tarde, durante la sublevación de los moriscos, se refugiaron aquí rebeldes procedentes de distintos puntos de la sierra, lo que provocó que Juan de Austria entrase con sus tropas a saco produciendo grandes destrozos. La posterior expulsión de más de trescientos vecinos dejó el lugar prácticamente despoblado
-El arte de vivir el Flamenco-
Manuel Martín Liñan acompañando a Juanillo el Gitano por Soleá

Pinchar el siguiente enlace:


Luis Caballero - Soleá de Triana - 1973 acompaña a la guitarra Manuel Martin Liñan



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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Manuel Rodríguez García "MANUEL CAGANCHO"


FLAMENCO

Manuel Rodríguez García


"MANUEL CAGANCHO"

 
MANUEL RODRÍGUEZ GARCÍA, cantaor de la más pura raza gitana, más conocido por  MANUEL CAGANCHO, nació en el barrio de Triana (Sevilla) en el año 1846 y murió en su Triana haya por el principio del siglo XX,  sin embargo se desconoce su fecha de fallecimiento, Forma parte de la revolución de los cantes Trianeros, junto a los Pelaos o de Frasco el Colorao. Estébanez Calderón lo menciona con la fiesta de su Baile en Triana como uno de los más importantes cantaores de la época.
 
Aunque siendo uno de los más grandes, cantaores que se conoció en Triana, poco más se sabe de él, como dato muy importante que creó varios estilos por seguiriyas, que gracias a las compañías de grabación se le pudo dejar grabado unos cantes en discos de cera, por seguiriyas y solea, que tengo el honor de poner como homenaje para recordar su forma cantaora. 

También fue muy conocido por el cante por seguiryas,  de reniego de mi sino, que Tomás Pavón, saco la más pura esencia de esa letra, como algunos cantes más trianeros
-El arte de vivir el flamenco-

Manuel Cagancho (1)


            Manuel Rodríguez García, herrero como toda su estirpe, nació, según datos publicados y repetidos, en la Cava Nueva número 20, el año 1846 en su día muy señalaito, el 26 de julio, día de la Patrona Santa Ana, algo de lo que suponemos presumiría toda su vida. Hijo de Antonio Rodríguez Moreno, primer Cagancho, y de María de la Concepción; asentemos el nombre de sus abuelos paternos: Manuel Rodríguez y Rita Moreno. Casó con María Vargas Flores con la que tuvo a su hijo Joaquín en 1871.
            Quien mejor conoció a este Cagancho, hombre y cantaor, fue su pariente Fernando el de Triana: “Manuel era un hombre noble y honrado a carta cabal y tenía a quien salir, pues me consta que tanto el padre como el hijo murieron sin tener una pelea y no saber lo que hay de las puertas de la cárcel para adentro. Cosa rara, ¿no es verdad?, pues así era, aunque su aspecto parecía decir lo contrario”. Y lo retrata: “Era un gitano cobrizo, de ojazos reventones y pómulos salientes, pero de una simpatía y una modestia que lo hacían acreedor de ser distinguido por todas las personas que tenían la suerte de tratarlo; y luego cuando salía cantando con aquella voz machuna de temple brusco y de gran potencia, esforzando las notas más y más hasta coronar los cantes, daba una sensación de tragedia por el gesto realizado; y para qué decir que presencié muchas veces que al terminar los cantes de este gitano de pura raza, los otros gitanos que le acompañaban y muchos gachés que por fuera le escuchaban, pagaban su arrebatador delirio con romperse la ropa y echar por alto todos los cacharros que tenían por delante. Esto era la compensación de aquella obra magna e inimitable. Cuando más solía ocurrir el destrozarse la ropa  de entusiasmo, era al cantar el gran Manuel esta seguiriya: Al Señor de la insinia/ le ayuno los viernes,/ porque me ponga al pare de mi arma/ donde yo lo viere. Esto no había -continúa Fernando- quien fuera capaz de escucharlo sin estremecerse y experimentar una sacudida de nervios que sólo con el vino se aplacaba”.
            Y aunque fuera difícil verlo fuera de Triana, sólo pasaba el puente para ir al Baratillo a vender su producción herrera, Fernando el de Triana nos dejó una anécdota del señor Manuel Cagancho que tuvo como protagonista a un niño insomne de un pueblo cercano al que el cantaor dejófrito dedicándole la nanarroro. Esta historia que tuvo su repercusión en Sevilla, la amplía Pepe el de la Matrona en sus recuerdos, señalando que unos amigos trianeros, concejales del Ayuntamiento, lo llevaron a un bautizo a “Villanueva la Riscal” (así lo reproduce Ortiz Nuevo) y el niño con su llanto no lo dejaba cantar; se acercó a la criatura, le cantó una nana y lo durmió. Así que cuando un niño en Sevilla no paraba de llorar se decía: “Van a tener que llamar a Cagancho”.
            ¿No estuvieron los Cagancho nunca presos? Leamos lo que monta Núñez del Prado. Asegura el polémico escritor que Manuel conoció la cárcel y que cantando carceleras su voz era como una serpiente de hierro. Y añade que le gustaba cantar esta toná: Me sacan del calabozo/ me llevan a otro más malo/ donde no se diquilaban/ ni los deitos de las manos. Y sobre circunstancia tan especial Saavedra Fajardo concreta y crea la polémica: “Tío Antonio y su hijo Manuel Cagancho, cantaores excepcionales de tonás y seguiriyas, dio la casualidad que por cualquier asunto de la justicia fueron recluidos en el penal de Belén de Granada. La prisión establecida por rara ironía en un antiguo convento, estuvo situada en la calle Molinos. Cantaban estos gitanos de manera asombrosa aquello de Ni el color de la albahaca,/ ni la frescura del río,/ templan el fuego que tengo/ en el corazón metío. El alcalde de la cárcel recibía continuas recomendaciones para que dejasen libre por unas horas a los dos gitanos, en continuas llegadas de turistas de relieve. Y así se les concedía licencia especial para salir a cantar al Hotel Siete Suelos, y tras dejar oír el misterio jondo de sus cantes, volvían a ser encerrados en el bien custodiado penal hasta otra llegada de turistas notables”. Pues a pesar de estos prolijos detalles que Félix Grande transcribe en “Retablo Flamenco” (Peña flamenca de Córdoba, 1977), Fernando el de Triana, que conocía (y quería) bien a los Caganchos, niega –ya lo hemos visto- que tuvieran nunca problema con la justicia, y nada tiene que ver con la delicada cuestión que Manuel cantara también esta letra: Cuando llegó la justicia/ y mi casa registró/ mi compañera llorando/ y yo metío en el colchón.

Ángel Vela Nieto. 
Del libro “Triana, la otra orilla del flamenco”.

Manuel Cagancho (y 2)


            Pero es el reniego, en el decir de los entendidos, la bandera de su cante: Reniego de mi sino/ como reniego de la horita, mare,/ que te he conosío. El crítico Manuel Bohórquez otorga a Tomás Pavón el mérito de la creación de este cante, entre otras razones porque no cree “que ninguno de los Cagancho cantaran ni la mitad de bien de lo que lo hacía el benjamín de los Pavón”.  Nos extrañó la razón de nuestro admirado amigo cuando estamos ante quien ha sido reconocido, por quienes lo escucharon (Fernando el de Triana uno de ellos), como un consumado seguiriyero y emocionante intérprete de los cantes de fragua, uno de los grandes maestros de la primera historia del flamenco.
            “El señor Manuel Cagancho, principal miembro de una egregia familia cantaora, puede asumir la representación por excelencia del cante de Triana. Por coincidir su apogeo con la primera mitad del siglo XIX, época en la que se estimaba, poco o nada, el arte flamenco, son muy escasos los nombres que han llegado a nosotros; el señor Manuel Cagancho es uno de ellos” (Ricardo Molina).
            De este Cagancho nos quedó su voz grabada en 1899 en el “Café de la Marina” propiciada por técnicos madrileños; sólo unos minutos donde se aprecia una voz rancia, desubicada de lugar y tiempo. José Blas Vega no disimula su decepción, “atendiendo a la leyenda cantaora de esta familia”. Sabía el ilustre estudioso, quizás el más sabio en este campo por lo que vivió y leyó dentro y fuera de su librería anticuaria, que pocos cantaores y cantaoras de aquellos años, si hubo alguno, dieron su medida ante las frías circunstancias de premura y técnica. Y como ejemplo nos remitimos al mito de los mitos, Manuel Torre, en sus alabados “Campanilleros”, cante que grabó en 1929, o en la mayoría de los discos que se conservan de él. En el primer caso resulta un tormento para los oídos. Los duendes tenían prohibida la entrada a aquellos añejos e improvisados cuartos de grabaciones.
            El señor Manuel Cagancho no se prodigó mucho fuera de su ámbito; sin embargo, su amistad con personajes como Caracol, padre, le llevó a participar en alguna fiesta fuera de la Cava. La primera seguiriya que se canta (Juan Talega) en “Rito y geografía del cante”, el mejor programa de flamenco de la historia de la televisión, es de Manuel Cagancho. Se suele destacar su seguiriya de cambio, larga y grande, “titánica”, como la cataloga Romualdo Molina, la conocida como “el sermón de Manuel Cagancho”, la que Naranjito de Triana interpreta con su consabida maestría… Santana repica/ llamando al sermón,/ como doblaban en la horita mala/ que a mí me dejó. Hay que apuntar que un personaje trianero del mundo artístico, Eduardo Durán, apodado El Gitano Poeta, le contó al mencionado Naranjito en Barcelona que “Cagancho paraba en la plazuela de Santa Ana y allí bebía su vino en una botella mientras escuchaba las campanas de la iglesia llamando al sermón, que era un toque especial y, luego, el canto del cura que le gustaba mucho; estas músicas le inspiró su famoso sermón”. Por cierto que tiene otro remate, éste: …como predica un pare gitano/ tengo que di yo.
            Y vamos con los casi infalibles registros de los padrones. Sabemos que en 1865, Manuel, hijo de Antonio Rodríguez Moreno, tenía 15 años, viviendo entonces la familia en la calle Verbena, 53, entre herreros de notables estirpes; tenía un hermano menor, Juan, de 8 años, y dos hermanas, Francisca y Encarnación, de 18 y 12 años. 
            En 1875 vivía Manuel Rodríguez García, de 28 años (los desajustes en las edades es habitual en los padrones), en la casa número 80 de la misma calle Verbena (Rodrigo de Triana), arropado por otros familiares herreros como él. Tiene dos hijas, Concepción y Josefa, de 9 y 2 años respectivamente, y un varón, Joaquín, que cumplía 4 años. Y veamos los datos de dos padrones “modernos”, el de 1900 y 1902. En el primero está empadronado en la calle Tulipán, número 7, breve curso de herreros consanguíneos; se anota que tiene 50 años y viven con él dos hijos: Antonio, de 26 y Manuel de 22 años (debió emanciparse muy pronto Joaquín, el padre del torero). Y en el censo vecinal de 1902 está asentado en el 108 de Pagés del Corro (tanta mudanza da la impresión de que este Cagancho no se llevaba bien con los caseros), convivía con su mujer, Juana Vargas, y un hijo, Manuel, de 24 años.
            Señalemos por último que en 1900 su hija Concepción vive en el número 21 de la calle Puerto, casa de herreros, donde también estaba domiciliado un hijo (José) de Juan El Pelao.

Ángel Vela Nieto.
 Del libro “Triana, la otra orilla del flamenco”.  

Pinchar los siguientes enlaces para escuchar sus cantes:

Manuel Cagancho por Soleá

Manuel Cagancho por Seguiriyas


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martes, 24 de septiembre de 2013

MUJERES AL CANTE Rita Jimenez Garcia "RITA LA CANTAORA"


FLAMENCO
MUJERES AL CANTE

Rita Jimenez Garcia


"RITA LA CANTAORA"

RITA JIMÉNEZ GARCÍA, cantaora y bailaora de flamenco, más conocida en el mundo del arte flamenco con el nombre artístico que se quedo en la historia de RITA LA CANTAORA, nació en Jerez de la Frontera (Cádiz), en el año de 1859, y murió por los avatares de la guerra civil, en Zorita del Maestrazgo (Castellón), en el 1937, a los 78 años de edad. Fue figura famosa de los cafés cantantes de su época. Se inició cantando en Jerez; luego actuó, junto a La Macarrona y Juan Breva, en los cafés cantantes madrileños, entre ellos el Café Romero. En 1906 figuró en el cuadro flamenco de El Café del Gato.

Durante su trayectoria artística, desarrollada principalmente en Madrid, actuó en sus primeros tiempos con Fosforito, El Viejo y la Coquinera; y después, a lo largo de los años veinte, con Manuel Pavón y Manuel Escacena. Su última actuación en público tuvo lugar en 1934, en el Café de Magallanes, con motivo de un festival benéfico que reunió a varios artistas veteranos. Su popularidad quedó acuñada en su tierra en una frase conocida en toda España: ¡Eso, a Rita La Cantaora! Destacó por malagueñas y soleares e interpretó con gracia los estilos festeros, en especial las bulerías.

Rita no sólo era una gran voz. Como toda gran folclórica también sabía moverse como los ángeles. Era "Bailaora" en sus propias actuaciones. De ahí que también se acuñe mucho "Rita la bailaora". El término "Eso se lo dices a Rita la cantaóra" empezó a utilizarse mucho en Cádiz, en forma de insulto. Lamentablemente, nuestra amiga Rita era algo odiada (se dice que por envidias) en su pueblo natal. Aquella frase era como una especie de "Vete a tomar por el culo", que con el paso de los años, comenzó a generalizarse por toda España. 
-El arte de vivir el flamenco-

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lunes, 23 de septiembre de 2013

José Lopez Dominguez "NIÑO DE LA ISLA"


FLAMENCO

José Lopez Dominguez


"NIÑO DE LA ISLA"


JOSÉ LÓPEZ DOMÍNGUEZ,  cantaor Payo, que todo lo que canto nadie pudo mejorarlo, su nombre artístico y verdadero era de el  NIÑO DE LA ISLA,  nació en SAN FERNANDO (Cádiz), en el año 1.877 y murió en su pueblo natal el día 10 de Diciembre del año de 1.929, su discografía fue corta pero lo poco que grabo fue lo suficiente para saber que era un gran maestro y buen conocedor de los cantes primitivos, era el cantaor preferido del duque de Alba. Cuenta la historia que estaba tan enamorado de su cante que reunió todas las placas enceradas que grabo. Actualmente era propietario de una importante empresa de carruajes y automóviles de alquiler.

D. JOSÉ LÓPEZ (NIÑO DE LA ISLA), cantaor que fue muy popular a primeros de siglo, bastante conocido por su forma y maestría de cantar los Tangos de su tierra, también se hizo muy popular por ser unos de los primeros que aflamenco las Asturias y montañesas, actúo en Sevilla en el famoso café cantante El Novedades, con todos los grandes de su época, fue anunciado en unos de sus programas como un extraordinario cantaor de Tangos. 

NIÑO DE LA ISLA, aparte de cantar en algunos cafés cantantes bastantes importantes y en varios Teatros, era mas cantaor de reuniones privadas, siendo muy solicitado y muy conocido por su forma de decir el cante con esa gran dulzura y ese gran arte, en este disco no se aprecia muy bien por ser muy antiguos de primero de siglo, de los encerados, pero al menos conoceremos su arte.
-El arte de vivir el flamenco-

Pinchar los siguientes enlaces para escuchar su cante:

"Niño de la Isla" -Malagueña estilo Enrique el Mellizo-

"Niño de la Isla" -Malagueña estilo Antonio Chacon-

"Niño de la Isla" -Tangos- "Todos los ojitos negros"

"Niño de la Isla" -Farruca- "Como el camino era tan largo"

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